miércoles, 13 de enero de 2016

Grabados con acetato y témperas

En esta sesión debíamos llevar a clase acetatos (reciclados de antiguas encuadernaciones, por ejemplo), témperas, pinceles y diferentes objetos que pudiéramos utilizar para estampar (por ejemplo botones). Tras observar un rápido ejemplo que realizó la profesora delante de la clase, debíamos seguir el procedimiento: pintar sobre el acetato y estamparlo sobre una hoja de papel.
La primera parte de la actividad consistía en dibujar sobre el acetato lo que se nos viniera a la mente, cualquier cosa. En mi caso, introduje mis dedos índice en dos botes diferentes de pintura e hice dos especies de cara enfrentadas y simétricas (dibujadas  a la vez con los dedos derecho e izquierdo) con rasgos étnicos, y lo llamé “Tribus”.

Para la segunda parte de la actividad, la profesora puso música (una versión de la canción de Romeo y Julieta y los enfrentamientos entre las familias), y me sorprendió que, sin saber de qué pieza musical se trataba pensé que pegaba para una escena de Romeo y Julieta (quizá fue porque ya la hubiese escuchado antes en algún sitio). La música me inspiró un enfrentamiento y sangre, y lo primero que se me ocurrió fue dibujar una copa de vino en el aire rompiéndose en pedazos y el vino (rojo) derramándose. En esta ocasión, en vez de ponerle un título, lo acompañé con un verso que me gustaba del libro de poesía La triste historia de tu cuerpo sobre el mío (Marwan): “Dar con una respuesta capaz de convertir miles de cristales rotos en botella”.
Por último, debíamos representar un miedo, trauma o alguna preocupación que tuviéramos con el objetivo de darle forma física y, una vez que lo tuviéramos delante, dibujar sobre él cuál  podría ser la solución. Esta parte especialmente, me pareció muy creativa, innovadora y de gran utilidad para trabajar con niños y adolescentes ya que, o bien porque cuando somos niños no sabemos expresar con palabras lo que nos pasa, o bien porque cuando somos adolescentes nos da vergüenza contarlo, esos miedos o preocupaciones nos los quedamos dentro. Por ello, a través de esta actividad podemos tratar de sacarlos fuera de forma simbólica y darnos cuenta de soluciones creativas que podemos poner en práctica de forma más o menos sencilla con el maestro como guía.


Círculos cromáticos

Al principio repasando cuáles eran los colores primarios, los complementarios, cómo se podían hacer escalas cromáticas de intensidad de color, etc.

Estas sesiones resultaron muy amenas y lúdicas a la par que educativas, ya que era entretenido realizar las mezclas y pintar las pirámides cromáticas y a la vez, al menos en mi caso, conseguí aclarar estos conceptos sobre los colores y el círculo cromático que tiempo atrás me habían explicado de forma teórica pero no había conseguido retenerlos. No obstante, me parece importante destacar que este es un tema algo complejo para los niños y que a la hora de que hagan la pirámide de colores,por ejemplo, sería bastante útil exponer un esquema claro de cómo hacerlo y dónde va cada color para simplificar la tarea.

Oscuridad, luz y color

Ese día en la mesa de la profesora había un pequeño aparato transparente, con forma de pirámide y una especie de hilos de color en su interior. Nos llamó la atención y eso hizo que empezáramos la clase con curiosidad. Aprendimos cómo se utilizaba y el efecto que producía cuando un rayo de luz lo atravesaba, descomponiendo esa luz blanca en los siete colores (rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta). En mi opinión, se trató de una sencilla y corta actividad pero muy visual y didáctica para empezar así a introducir el tema de los colores.

Posteriormente, hicimos otro experimento bastante curioso. Bajamos todas las persianas para dejar el aula completamente a oscuras y colocamos los botes de pintura de colores primarios en el centro de la mesa. Poco a poco, la profesora iba subiendo la persiana y debíamos ir diciendo qué colores eran los que podíamos distinguir primero debido a su mayor capacidad para absorber y acto seguido reflejar los espectros de luz pudiendo así percibir su color. Este es otro ejemplo de actividad sencilla y llamativa para iniciar el tema de la luz y el color.

Dictado artístico

Empezamos aprendiendo en lo que consistía este tipo de dictado artístico ya que nunca lo habíamos hecho (solo ortográficos). Lo fundamental era tratar de relajarnos, sentir libertad para esparcirnos por el espacio, imaginar y quitarnos los complejos o vergüenza que pudiéramos tener, pues se trataba de dibujar en el aire y nadie vería cómo lo hacíamos.
La primera parte del dictado trataba de ir dibujando en el aire con el dedo, mano o lo que quisiéramos, los elementos geométricos que la profesora iba diciendo, utilizando todo el espacio que quisiéramos.
En la segunda parte, debíamos ponernos por parejas para dibujar sobre la espalda de nuestro compañero esos elementos geométricos. Personalmente, creo que este ejercicio es muy interesante para realizarlo con los niños y especialmente adolescentes, ya que se rompería con esa barrera física y se fomentaría el contacto y la confianza. Además, es bastante relajante y el que realiza el dibujo trata de esforzarse ya que el otro siente directamente lo que hace, y al que le hacen el dibujo trabaja la imaginación para imaginarse lo que el compañero dibuja.
Por último, ya en un folio representamos los elementos utilizando solo dos colores para más tarde exponerlos en la clase y que cada uno escogiera el dibujo con el que más se sintiera identificado. El motivo por el que yo escogí el que escogí fue porque me sorprendió y encantó que se hubiera saltado la norma de los dos colores y hubiese utilizado muchos, lo que le hacía ser único, diferente y que me sintiera identificada con él.

La idea de primero representar el dibujo de forma imaginaria en el aire y el papel, me parece algo muy útil para que, cuando ya lo hagas sobre el papel, tengas la suficiente confianza y seguridad en ti mismo de que lo vas a hacer bien y más o menos tengas ya organizadas las ideas. Por todos estos motivos me parece una actividad 100% recomendable para llevarla al aula.

Disparos de color


 Paul Jackson Pollock era un pintor estadounidense de gran relevancia e influencia en el expresionismo abstracto gracias a su peculiar estilo para pintar: el salpicado de pintura. Pollock se casó con la pintora Lee Krasner, que también era muy influyente dentro del expresionismo abstracto y con su técnica de los disparos de color (pese a tener menos reconocimiento en su época por el hecho de ser mujer).
Después de tratar en clase aspectos algo más teóricos sobre estos artistas, sus técnicas, vida y personalidades estábamos listos para ponernos manos a la obra y crear nuestro mural por grupos, combinando, en cierto modo, las técnicas de ambos artistas. Las instrucciones para la siguiente clase eran claras: traer diferentes pinceles, pistolas de agua, jeringuillas, etc., para disparar y la mente abierta para dejarnos llevar y crear nuestra obra.
Las expectativas que teníamos al principio no eran muy positivas; no sabíamos por dónde empezar “por si nos salía mal”. Sin embargo, en cuanto nos decidimos a hacer el primer disparo de color el resto vino rodado. El lugar de trabajo (en un patio de la universidad) y los recursos naturales que allí encontramos nos inspiraron hasta tal punto que tratamos de recrearlo y representar el otoño: un árbol vertical bastante abstracto incluyendo y usando para estampar recursos naturales como palos, piñas, corteza de árboles, hojas, etc. A medida que lo íbamos haciendo, cada vez nos relajábamos más, éramos más creativas y todas proponíamos más ideas; la idea inicial no cambiaba, pero sí evolucionaba.
El resultado final nos encantó. Nos sentimos orgullosas y satisfechas con nuestro trabajo, relajadas (se libera estrés) y con una buena autoestima (ya que al ser algo abstracto o aleatorio no puede estar mal). Además, según íbamos acabando, nos paseábamos por los murales de los demás, siendo muy curioso las interpretaciones que cada uno hacía de lo que veía en los demás trabajos, lo que además fomentó el compañerismo (todos reforzábamos el trabajo de los demás) y la comunicación grupal.
Esta técnica nos parece muy interesante, didáctica y divertida para llevarla al aula como futuras maestras, ya que se puede hacer con cualquier grupo, independientemente de la edad, diversidad de capacidades y funcionalidades y recursos económicos. Además, con esta actividad hemos comprobado que se fomenta la libertad de expresión, creatividad e imaginación y, a partir de ella, se pueden trabajar temas como la naturaleza, paisajes y estaciones del año, los colores, la expresión oral, etc.
Sin duda recomendaríamos a esta experiencia a todo el mundo; mayores y niños.

martes, 12 de enero de 2016

COLORES PRIMARIOS

En la clase de arte pudimos realizar una actividad muy creativa ya que consistía en la creación y observación de una variación de colores creándolo nosotros mismos. En primer lugar, en un folio A3 podíamos realizar las diferentes formas que quisiéramos, como por ejemplo círculos, corazones, gotas, etc, y de esta manera después colorearlas con los pinceles. Los colores centrales eran el azul, el rojo y el amarillo, y a partir de los mismos se iban haciendo mas oscuros hacia la izquierda o más claros hacia la derecha intercambiándolos con otros colores, como por ejemplo el blanco, para conseguir las distintas tonalidades. Es una forma diferente e interesante de llevar la clase y creemos que los alumnos pueden entender las diferentes tonalidades con este tipo de actividades.

domingo, 10 de enero de 2016

DEGRADADO DE COLORES

El hecho de ir añadiendo blanco, por un lado, y negro, por otro, a los colores primarios, me hizo ver la gran cantidad de colores que existen y no solo los catorce matices que le podemos dar hasta llegar al blanco y negro neutro. 
Me pareció una forma muy bonita e interesante de jugar con los colores ya que nunca había experimentado de esta manera los colores y, quizá, siempre me quedaba anclada en los colores que vienen hechos y no les añadía sombras o matices. Así que creo que deberíamos enseñar a los niños desde pequeños a jugar primero con estas combinaciones para que adapten a la vista a ver de otro color las cosas.